El gas natural y la producción de fertilizantes en México

Un fertilizante es cualquier tipo de sustancia, ya sea orgánica o inorgánica, que contiene los nutrientes necesarios en formas asimilables para las plantas. Su objetivo es mantener o incrementar el contenido de los nutrientes en el suelo para estimular el crecimiento de los cultivos. Los fertilizantes resultan críticos para lograr el nivel de producción agrícola requerido para alimentar a la población mundial, que se encuentra aumentando de manera exponencial.

Los sistemas agrícolas predominantes en México requieren de los fertilizantes como insumos básicos debido a las condiciones de fertilidad en los suelos. De acuerdo con datos del Sistema de Información Agropecuaria, existen 22 millones de hectáreas cultivadas, y en 15 millones de estas (68 %) se utilizan fertilizantes. Del total de hectáreas cultivadas en el país, 5.6 millones son de maíz, 1.3 de sorgo, 857 mil de frijol y 762 mil de trigo.

Todos los proyectos de producción de fertilizantes requieren de la fabricación de compuestos que proporcionan los nutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas: potasio, nitrógeno y fósforo, ya sea en fertilizantes simples o mixtos (individuales o de combinación). Las principales materias primas en la fabricación de fertilizantes son el gas natural, el azufre y la roca fosfórica.

El gas natural es muy práctico y eficiente en la fabricación de fertilizantes nitrogenados. Para obtener el amoníaco, se emplea un producto necesario para la producción de todos los fertilizantes que poseen contenido de nitrógeno. El proceso mediante el cual se obtiene el amoníaco se denomina “Proceso de Haber-Bosch”, el único método viable, y su nombre proviene de los químicos que lo idearon: Fritz Haber y Carl Bosch. En este proceso se combinan directamente nitrógeno (proveniente de la atmósfera) e hidrógeno (proveniente del gas natural). La reacción que produce el amoníaco es lenta; por eso, para acelerarla se aprovecha un catalizador (óxido de hierro) y se aumenta la temperatura y la presión. Así, se aplican hasta 900 atmósferas de presión, a una temperatura de entre 450 C° y 550 C°.

El gas natural juega un papel altamente relevante en la industria agrícola, tanto en la producción de fertilizantes, como en la calefacción de invernaderos. Se trata de un energético más limpio y económico, ideal para el aprovechamiento de la industria y el desarrollo del sector energético de México.

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